domingo, 26 de octubre de 2008

Cumplir con el tratamiento farmacológico

La profesión médica define el cumplimiento como el grado de exactitud con que un paciente sigue un tratamiento.

Estudios realizados sobre el comportamiento de los pacientes demuestran que sólo un 50 % de los que salen del consultorio con una prescripción toma el fármaco según las indicaciones. El olvido es la causa más frecuente del incumplimiento. Sin embargo, la pregunta clave es ésta: ¿por qué se olvida seguir el tratamiento? A menudo, la causa es el mecanismo psicológico del simple rechazo. Es posible que algún aspecto del tratamiento preocupe al paciente, provocando el rechazo a seguirlo. Estar enfermo es una causa de preocupación y tener que tomar un fármaco es un recuerdo constante de la enfermedad. El coste del tratamiento, la incomodidad y los posibles efectos adversos son otras de las causas de incumplimiento de un tratamiento.

Consecuencias del incumplimiento
Incluso el mejor tratamiento médico fracasa si no se siguen sus indicaciones. La consecuencia más evidente del incumplimiento es que ni se alivia ni se cura la enfermedad.
En ciertos países, incumplir un tratamiento con fármacos se traduce cada año en miles de muertes por enfermedades cardiovasculares como el infarto cardíaco y el accidente vascular cerebral (ictus). Además, podrían evitarse hasta el 23 por ciento de los ingresos en clínicas, el 10 por ciento de los ingresos en hospitales, muchas consultas médicas, muchas pruebas de diagnóstico y muchos tratamientos innecesarios si la gente tomase las medicinas según las indicaciones recibidas.
El incumplimiento no sólo aumenta el coste de la asistencia médica, sino que puede empeorar la calidad de vida. Por ejemplo, una dosis equivocada de un fármaco para el glaucoma puede provocar lesiones graves en el nervio óptico y ceguera; una dosis equivocada de un fármaco para el corazón puede ocasionar una arritmia y un paro cardíaco; una dosis equivocada de fármaco para la presión arterial alta puede ocasionar un accidente vascular cerebral; y un error al tomar la dosis prescrita de un antibiótico puede ocasionar una recidiva de la infección, y puede promover el desarrollo de bacterias resistentes al fármaco.

Cumplimiento en los niños
Los niños son aun menos propensos que los adultos a seguir un tratamiento. Un estudio realizado en niños con infecciones por estreptococos, a quienes se les había prescrito un tratamiento de penicilina durante 10 días, reveló que el 56 por ciento dejó de tomar el fármaco al tercer día, el 71 por ciento al sexto y el 82 por ciento al noveno día. El incumplimiento es aun peor en enfermedades crónicas como la diabetes juvenil y el asma, que requieren tratamientos complejos de larga duración. A veces, los padres no entienden claramente las instrucciones. Los estudios demuestran que los padres han olvidado alrededor del 50 por ciento de la información recibida a los 15 minutos de haber estado con el médico. Los padres recuerdan mejor el primer tercio de la discusión y el diagnóstico, que los detalles del tratamiento. Ésa es la razón por la cual los pediatras intentan prescribir un tratamiento simple.

Cumplimiento en los mayores
Las personas de edad avanzada pueden estar tomando varios fármacos al mismo tiempo, por lo que es difícil que recuerden cuándo deben tomar cada medicina. Debido a esto, son propensas a sufrir reacciones adversas al fármaco. Estas personas pueden estar tomando fármacos prescritos por diversos médicos y remedios sin prescripción. Por lo tanto, todos los médicos implicados deben saber qué fármacos están tomando. Una buena comunicación resulta útil para que el médico desarrolle un tratamiento simple y para evitar los peligros de las interacciones imprevistas entre fármacos. Las personas mayores son, por lo general, más sensibles a los fármacos y necesitan dosis diferentes. Una buena comunicación resulta útil para asegurar que no reduzcan la dosis del fármaco por su cuenta para disminuir los efectos secundarios. Comprar todos los fármacos en una sola farmacia puede ser también útil, ya que la mayoría de las farmacias conservan registros informatizados de los fármacos que compran sus clientes y pueden controlar posibles duplicaciones o interacciones.

Formas de mejorar la conformidad del tratamiento
El paciente cumple el tratamiento con más facilidad si mantiene una buena relación con su médico. La comunicación recíproca es la mejor vía, ya que casi todo el mundo desea formar parte del proceso de toma de decisiones. Si el paciente participa en la planificación de su propia asistencia sanitaria, asume también la responsabilidad y tiene más probabilidades de seguir con el tratamiento establecido. También es importante recibir explicaciones claras y entender las razones del tratamiento.
Si el médico, la enfermera, el farmacéutico y el resto de personal sanitario siguen el tratamiento con interés, el paciente lo hará también con más interés. Los estudios demuestran que los pacientes que reciben explicaciones de su médico están más satisfechos y lo aprecian más. A medida que aumenta este aprecio, aumenta también el grado de cumplimiento. Las instrucciones escritas resultan útiles para evitar los errores causados por el olvido. Aquellos pacientes que asumen la responsabilidad de vigilar los efectos positivos y negativos del tratamiento y de discutirlos con su médico, farmacéutico o enfermera, tienen más probabilidades de obtener mejores resultados. Deben informarles acerca de los efectos no deseados o inesperados antes de tomar la decisión de modificar o suspender el tratamiento por su cuenta.

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